著者
安達 直樹
出版者
日本イスパニヤ学会
雑誌
HISPANICA / HISPÁNICA (ISSN:09107789)
巻号頁・発行日
vol.2009, no.53, pp.1-15, 2009-12-25 (Released:2010-03-25)

En los sos oios tan fuerte mientre lorando… Al ver esta frase española, compuesta supuestamente en el principio del siglo XIII, se nota la existencia de una palabra con función adverbializadora, mientre, que luego se descartará totalmente y se sustituirá por mente. En el presente trabajo, observamos la formación histórica de mente que crea adverbios a partir de adjetivos, o sea el proceso de su gramaticalización, desde un nombre sustantivo latino mens (mejor dicho su ablativo mente) hasta un elemento como sufijo. Este tipo de expresión adverbial heredado del latín—se supone que ya se utilizaba en latín clásico, e iba sustituyendo paulatinamente a sufijos inflexionales adverbiales –e, –er, –iter, gracias a su mayor volumen morfológico y capacidad semántica—se ha fijado en español (y en las lenguas romances) con una forma inesperada que no había sufrido ningún cambio fonético, ganando contra otras formas más lógicas como miente, mientre, mient, etc., de los cuales mientre fue el más poderoso hasta la segunda mitad del siglo XIII. Como posibles motivos del triunfo de mente, podemos suponer varios factores: latinismo, cultismo, cristianismo, etc. Y, ¿por qué tenía que ser mente el nombre para formar la perífrasis? Se tratarán también en este artículo otros posibles candidatos como guisa, cosa, que son más neutros semánticamente y por eso menos expresivos, o como una serie de palabras latinas que son casi sinónimos de mente, como animo, voluntate, etc. Finalmente, veremos cómo comentaron sobre los adverbios en mente los gramáticos antiguos desde Nebrija a la RAE.